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HUMANISTAS MEXICANOS

 

HUMANISTAS MEXICANOS


FRANCISCO GONZÁLEZ GUERRERO
Miembro de la Academia Mexicana

Generación 1885
Nació en Gómez Farías, Jal., el 3 de junio de 1889; falleció en México, D.F., el 7 de marzo de 1963.
Ingresó en la Academia el 16 de febrero de 1955 como numerario; silla que ocupó: XXXIV (1º).


F
rancisco González Guerrero nació el 3 de junio de 1888 en el pueblo de San Sebastián (hoy denominado Gómez Farías), en el estado de Jalisco. Pasó allí su infancia, en el ambiente campesino familiar; luego, estuvo en Guadalajara, estudiando en el Liceo de Varones; posteriormente, en la Escuela Normal para Maestros, en México, completando esos estudios, con esfuerzo, con otros de idiomas y varias disciplinas. Trabajó en empleos modestos mientras estudiaba, ahorrando en ocasiones hasta un viaje en tranvía, para comprar un libro; pero fue ascendiendo, aunque más crecían sus deseos de saber, de leer y de crear; su poesía comenzó a fructificar y, por otra parte, ligando esfuerzos y amistades, coparticipó en la fundación y dirección de la revista Nosotros, que fue importante en la vida literaria de México, de 1912 a 1914.
   Sus primeros poemas impresos vieron la luz en una publicación, hoy perdida por contingencias políticas, patrocinada por el licenciado don José María Lozano, entonces titular de la Secretaría de Comunicaciones, donde González Guerrero prestaba servicios, en 1913.
   Al caer el Gobierno del general Victoriano Huerta, González Guerrero se vio arrastrado en el torbellino de la revolución hasta Yucatán, en tareas de redacción y dirección de periódicos, y luego lo mismo en Puebla, todo eso entre 1914 y 1917. De 1918 a 1920, en México dirigió publicaciones del Museo Nacional y de la Universidad. En 1922 ocupó, fugazmente, la Dirección de Educación de su estado natal, Jalisco, y del mismo cumplió una representación, en la Cámara de Diputados Federal, hasta 1924.
   En 1925 ingresó, como escribiente, en la Secretaría de Relaciones Exteriores; muy pronto, por su competencia, se le encargaron tareas de redacción y dirección de publicaciones. Allí mismo, en 1936, pasó de empleado administrativo al Servicio Exterior, como Tercer Secretario adscrito a nuestra Embajada en Madrid, hasta el año de 1937, en que pasó a La Habana y luego a Panamá, donde fungió como Encargado de Negocios ad interim. Ascendido a Segundo Secretario, estuvo en Bogotá y, a mediados de 1939, fue trasladado a Roma, donde permaneció hasta fines de 1941, en que se le ordenó pasar a Lisboa. Su salud se había resentido y pidió regresar a nuestro país; sin embargo, todavía prestó servicios en Guatemala, desde mediados de 1942 hasta fines del año siguiente. En febrero de 1944 dejo definitivamente el Servicio Exterior mexicano.
   Volvió a sus labores periodísticas, literarias y editoriales; en estas últimas, "Ediciones Chapultepec", entre otros volúmenes, publicó una compilación de estudios y crítica de libros, de su pluma: Los libros de los otros, en 1947.
   Fue Secretario Particular del Rector de la Universidad Nacional, don Luis Garrido, y de 1952 a 1957 se hizo cargo de la dirección de la Imprenta Universitaria. Siguió ocupándose de sus tareas periodísticas: por muchos años escribió, en el diario El Universal, una sección denominada "Autores y libros", de donde queda por seleccionar y recopilar la mayor parte de la valiosa labor informativa y crítica de nuestro colega. Su declinante salud lo recluyó, cada vez más, en su casa de la colonia Polanco de esta ciudad. Murió el 7 de marzo de 1963.
   Don Francisco González Guerrero fue electo Miembro de Número de la Academia Mexicana Correspondiente de la Española en 1954, para ocupar la silla XXXIV; leyó su discurso de recepción el 16 de febrero de 1955, que le fue contestado por el académico don Alfonso Méndez Plancarte. Ambos trabajos se encuentran en el tomo XV de las Memorias de esta Academia.
   La obra de don Francisco González Guerrero se dio en la poesía lírica, en la crítica y en estudios sobre literatura mexicana. Su libro Ad altare Dei, Ed. Cultura, México, 1930, recoge la selección que su propio autor hizo de sus poemas escritos de 1912 a 1922, según lo indica la portada del bien impreso volumen. Mucho más tarde apareció, póstumo, un pequeño libro con docena y media de poemas, encontrados entre sus papeles, recogidos por la viuda del poeta; el libro es: Persiguiendo un sueño, Colección Los Presentes, vol. 96, Eds. de Andrea, México, 1964
   En cuanto a su obra de crítica, ya se dijo que está dispersa en periódicos, salvo lo recopilado en el volumen citado líneas arriba; de sus estudios literarios: investigación, crítica, etc., lo más destacado e importante fue lo relativo a las obras de Amado Nervo y a las de Manuel Gutiérrez Nájera. Lo primero se encuentra en el estudio y notas que preceden al volumen primero, Prosas, de las Obras completas de Amado Nervo (Ed. Aguilar, Madrid, 1ª ed. de 1962, a la fecha la última es la 4ª, 1967). Sus estudios acerca de Gutiérrez Nájera fueron varios: el que figuró como su Discurso de Recepción en la Academia (Memorias de la Academia Mexicana, t. XV, Ed. Jus, México, 1956) y los prólogos en Cuentos completos de Manuel Gutiérrez Nájera, Bibl. Americana, vol. 35, Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1958, y en Poesías completas de Manuel Gutiérrez Nájera, Colección de Escritores Mexicanos, vols. 66 y 67, Ed. Porrúa, México, 1953.
   Cuando aparecieron los poemas de González Guerrero, dijo don José Gorostiza: "De una corrección suma, que llega por momentos a la excelencia, lleno de una antigua ternura y acendrado en larga meditación, Ad altare Dei aparece como alegre retoño de la encina poderosa de nuestro Modernismo.” Su obra crítica fue calificada, por don Alfonso Méndez Plancarte, de “siempre justa, atinada, ágil y bella”.
Sabemos que, durante años, estuvo acopiando ricos datos y múltiples notas para un estudio histórico y crítico sobre el movimiento literario del Modernismo que, sin duda alguna, conocía mejor que nadie y del que él mismo fue el epígono. Por eso es tan de sentir que no le haya sido posible terminarlo y publicarlo.
José Rojas Garcidueñas
Semblanzas de Académicos. Ediciones del Centenario de la Academia Mexicana. México, 1975, pp. 122-124

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Agradecemos el apoyo para la realización de este proyecto de:


FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS. UNAM

 


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