| Nació
en la ciudad de México y murió
en Tulancingo, Hgo. (1812-1884). |
Juan
Bautista Ormachea y Ernáiz. Estudió
en el Seminario Conciliar de México, donde
más tarde fue profesor y ocupó la
vicerrectoria. Fue párroco de San Juan
Bautista Metepec, Veracruz y de la Santa Veracruz,
en la capital del país. Era vicario del
arzobispado de México cuando, en marzo
de 1863, fue nombrado obispo de Tulancingo. Tomó
posesión de su diócesis hasta fines
de ese año, pues era miembro de la regencia
del imperio, en sustitución del arzobispo
de México, Pelagio Antonio de Labastida
y Dávalos. Pese a su amplia colaboración
con los invasores franceses, entró en conflicto
con éstos al hacer pública su propuesta
de Revisión de contratos de bienes adjudicados,
cementerios y matrimonio civil. Se opuso a las
medidas liberalizantes de Maximiliano, paro lo
cual entregó a éste unas Exposiciones
al emperador sobre la tolerancia de cultos (1866).
Al triunfo de la República marchó
al exilio. En 1872 se encontraba de nuevo en su
sede obispal, a donde Benito Juárez le
hizo llegar su nombramiento de miembro de la Real
Academia Española, lo que el prelado agradeció
“al honorable señor Presidente”,
como lo llama en una carta.
Musacchio, Humberto. Gran Diccionario Enciclopédico
de México Visual. Tomo I, p. 250. México,
1989.
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