Nació
en Chucándiro, Mich., el 3 de junio
de 1823; falleció en México,
D.F., el 8 de abril de 1886. Ingresó
en la Academia el 10 de agosto de 1880 como
numerario; silla que ocupó: VIII (2º). |
Nació
en Chucándiro, Michoacán, el 3 de
junio de 1823. Inició sus estudios en Morelia,
se graduó como abogado, peleó contra
la invasión norteamericana y fue desterrado
por Santa Anna. Afiliado a la causa liberal, fue
electo diputado y participó, como miembro
de la Comisión de Industria, en el Congreso
Constituyente 1856-7. La historia correspondiente
sólo registra que Alcaraz fue uno de los
diputados que propusieron la aprobación
del decreto de desamortización de los bienes
eclesiásticos. Al sobrevenir la intervención
francesa, acompañó al presidente
Juárez en su peregrinación por el
norte del país. Restablecida la República,
Alcaraz, una vez más diputado, fue nombrado
en 1869 director de la Academia de San Carlos,
cargo en que se empeñó por reorganizar
las exposiciones periódicas de artistas
nacionales. Posteriormente ocupó otros
puestos públicos "con general aceptación".
En 1882 fue electo miembro de número de
la Academia Mexicana para ocupar la silla VIII.
Murió en la ciudad de México el
8 de abril de 1886.
En 1836 Alcaraz se encontraba
en la ciudad de México, adonde debió
venir para proseguir sus estudios de derecho,
y hacia esos años formaba parte de la asociación
literaria nacionalista llamada Academia de San
Juan de Letrán, que prolongaría
sus actividades hasta que en 1847 se suspendieron
a causa de la invasión norteamericana.
Sus primeros estudios históricos y poemas
aparecen en 1844 en las revistas literarias El
Museo Mexicano (1843-5), que publicaban Manuel
Payno y Guillermo Prieto, y El Liceo Mexicano
(1844). El poema de Alcaraz, "En un templo",
inicia la Guirnalda poética. Selecta colección
de poesías mexicanas, publicada por Juan
R. Navarro en 1853. Pocos años más
tarde, en 1860, llamó simplemente Poesías
a los dos volúmenes que recogen su obra
lírica y que publicó en México
la Imprenta de Ignacio Cumplido. Todo lo ensayó:
poesía religiosa, patriótica, descriptiva,
narrativa, erótica, elegiaca, dramática,
romances moriscos, leyendas, siguiendo las modas
del romanticismo mexicano. “Alcaraz -escribió
Francisco Pimentel- canta el infortunio que se
vence con la lucha y la constancia, el dolor que
purifica el alma por medio de la resignación,
la suave melancolía que no cansa el corazón
ni carece de dulzura.” Una oda suya, “El
otoño”, fue incluida en la Antología
de poetas mexicanos (Segunda edición, Oficina
Tipográfica de la Secretaría de
Fomento, México, 1894) que la Academia
Mexicana envió a la Real Española.
Menéndez y Pelayo la recogió en
su Antología de poetas hispano-americanos
(1892-5) y la encontró “pulcra y
limada” y consideró que su autor
debió ser “poeta de gusto clásico”.
Alcaraz fue uno de los autores de la obra colectiva,
Apuntes para la historia de la guerra entre México
y los Estados Unidos (México, 1848; reproducida
en edición facsimilar en 1970); que Santa
Anna consideró “ofensiva para el
decoro de la República” y mandó
recoger y quemar.
José Luis Martínez
Semblanzas de Académicos. Ediciones
del Centenario de la Academia Mexicana. México,
1975, 313 pp.
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