Nació
en México, D.F., el 4 de junio de 1867;
falleció en México, D.F., el
18 de febrero de 1920. Ingresó en la
Academia el 22 de marzo de 1909 como numerario;
silla que ocupó: XVI (2º).
Cargo: Secretario (5º): 1916-1920. |
Enrique
Fernández Granados. Nació en la
ciudad de México el 4 de junio de 1867
y murió en la misma ciudad el 18 de febrero
de 1920. Ingresó a la Academia Mexicana
el año de 1910.
La obra poética de Fernández
Granados se halla contenida en tres pequeños
volúmenes: Mirtos, Margaritas y Mirtos
y Margaritas.
Advertimos en él, por
una parte, la nota singular de que habiendo vivido
en medio del Modernismo triunfante, mantiene su
inspiración al margen de él, y siendo,
por otra, el academista más integral, se
conserva inconfundible entre los demás
de su género, pues su voz lleva el acento
muy propio de auténtica poesía,
logrando poemas de óptima calidad. La forma
académica de su poesía sí
parece haber aprovechado la lección del
Modernismo, en cuanto se despliega con limpidez
y sobriedad, no comunes en sus contemporáneos
clasicistas.
Su inspiración está
orientada por un erotismo característico
del género que cultivó, sin ninguna
preocupación ideológica de puros
sentidos.
En sus mejores poemas fluye con gracia exquisita,
que va de requiebro en requiebro, como brisa galante,
encendiendo las mejillas de Lesbias, Lauras Lidias
y Cloes, con fina elegancia, esquivando el dramatismo
teatral de los románticos o el sentimentalismo
superficial de los pseudoclasicistas. Espíritu
que sabía de refinamientos, esforzándose
con formas escogidas salva su visión poética,
consigue bellas realizaciones, sin tropiezos de
flojedades y lugar común. Cristal y música
juvenil. El arte de Fernández Granados
hace retoñar sol y aire dentro del museo
academista. Anacreonte, Horacio y Catulo le comunican
su espíritu.
"Breve, muy breve, la obra
de Fernández Granados", "Enamorado
de la perfección, rendido culto de la armonía
y de la perfección, se pasó los
años retocando sus poemas, seleccionándolos".
"Aquella febril aspiración a las cosas
acabadas, pulidas hasta el deliquio. explica la
parvedad de su obra". (Andrés Henestrosa).
Traduce con éxito algunos
poetas franceses e italianos. Sus versiones de
los primeros las publicó bajo el título
de Exóticas. Y Frondas de Italia y Carducci
contienen las de los segundos. Poeta y excelente
artista, Fernández Granados logra trasladar
no sólo la idea sino, lo que es más
difícil, el sentimiento del original. Son
de señalarse particularmente sus versiones
de Carducci, piedra de toque del buen traductor,
por su expresión casi latina, concisa y
ceñida, semejante a la de Horacio, poeta
de su predilección. Fernández Granados
es fiel al original hasta donde es posible en
traducción en verso rimado. Cuando la dificultad
le resulta insuperable, la suplencia introducida
no es relleno sino poética interpretación.
Además, en arduo empeño de fidelidad
guarda la misma métrica de Carducci. Ejerció
también el periodismo, desde temprana edad,
en el Liceo Mexicano. Colaboró en El Mundo
Ilustrado, Revista Azul, Revista Moderna, Revista
de Revistas, etc. En sus escritos periodísticos
usó el seudónimo de Fernán
Grana, que -según dato de Andrés
Henestrosa- Fernández Granados tomó
de Fernánflor, seudónimo de Isidoro
Fernández Florez (1804-1902), autor de
Cuentos rápidos.
Fuente:
Octaviano Valdés
Semblanzas de Académicos. Ediciones del
Centenario de la Academia Mexicana. México,
1975, 313 pp.
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