Nació en México, D.F., el 21
de junio de 1810; falleció en México,
D.F., el 4 de noviembre de 1894. Categoría:
Correspondiente mexicano de la Real Academia
Española. |
Manuel
Payno
Nació en la ciudad de México el
21 de junio de 1810 y murió en San Ángel,
D. F., el 4 de noviembre de 1894.
Al concluir los estudios, fue
meritorio de la Dirección General de Rentas.
Tuvo una imprenta en compañía de
Juan de la Granja, introductor del telégrafo
en México, y sirvió como secretario
al general Mariano Arista. Fue administrador de
rentas del estanco de tabacos, y tras actuar en
la Legación mexicana en Sudamérica,
viajó a Europa. Estudió el sistema
penitenciario en Nueva York y Filadelfia. Durante
la guerra con Estados Unidos, estableció
el servicio secreto de correos México-Veracruz
y combatió con guerrillas en territorio
poblano.
Al triunfo de la revolución
de Ayutla, es puesto al frente de la Secretaría
de Hacienda en el gobierno de Comonfort, y luego
de secundar a éste en el golpe de Estado,
se le procesó y apartó de la política.
Acusado de conspiración durante la Intervención
francesa, se le encarceló en unión
de Florencio M. del Castillo en San Juan de Ulúa.
Fue orador, periodista, profesor
de historia patria en distintos géneros,
sin contar sus trabajos sobre economía
y finanzas, cónsul, primero en Santander
y luego cónsul general en España,
con residencia en Barcelona.
Su producción literaria
es amplia y se extiende en distintos géneros,
sin contar sus trabajos sobre economía
y finanzas, materias en las cuales se le reconoció
capacidad. Desde 1842 publicó cuentos y
narraciones de viajes en El Museo Mexicano, parcialmente
recogidos luego en el libro Tardes nubladas, 1871;
en ellos se ha querido ver el antecedente del
cuento y la novela corta entre nosotros. Sus colaboraciones
aparecieron en El Ateneo Mexicano, El Año
Nuevo, Don Simplicio y El Siglo XIX; hay artículos
suyos en el Boletín de la Sociedad de Geografía
y Estadística, a la cual perteneció,
y en El Federalista, del que fue cofundador con
Ignacio M. Altamirano. Asociado con Guillermo
Prieto, publicó El Museo Mexicano y la
Revista Científica y Literaria de México.
Ya en la juventud hizo incursiones en la poesía
y escribió para el teatro. En el género
novelesco se dio a conocer en la década
de los 40 con El fistol del diablo, donde al retratar
a la sociedad mexicana nos entera de su indumentaria,
modos de expresión, refranes usuales, etcétera.
Tantos resabios folletinescos tuvo la obra, que
en las sucesivas ediciones fue aumentando los
lances y aun modificando el desenlace. En 1861
sale a luz su segunda novela, El hombre de la
situación. Ya muy adelantado en años,
o sea entre 1889 y 1891, aparece su logro máximo:
Los bandidos de Río Frío, una trama
caudalosa de incidentes -registrados en la vida
real, pero urdidos en su mayoría- en torno
a un célebre proceso de la época.
Publicada la obra bajo el seudónimo de
“Un ingenio de la Corte”, el autor
la consideró “novela naturalista,
humorística, de costumbres, de crímenes
y de horrores”. Casi se han unificado los
críticos en negarle valor artístico,
en señalar los desfallecimientos de estilo.
Ninguna de estas reticencias amengua la predilección
del público lector por Los bandidos...,
cuyas ediciones mantienen como éxito permanente
de librería. En el curso de los años
no pierde animación ni colorido éste
que pudiera llamarse magno fresco mural costumbrista
de la vida mexicana a partir de la caída
del Imperio. Los sucesos giran en todos los estratos
sociales de la época, contingencia adecuada
para pintar a potentados, profesionales, militares,
artesanos, mercaderes, indios, clérigos,
ladrones. Las descripciones de los viajes acuáticos
hasta Chalco, de sitios pintorescos como el contorno
de San Ángel y el mercado de la Merced,
de los viajes en diligencia expuestos al asalto,
etcétera, son estampas de una veracidad
deliciosa. También se esmeró aquí
Payno en enaltecer los atributos favorables de
varias poblaciones de la República -especie
de precursor del turismo- en una época
en la cual el impulso de viajar originaba múltiples
titubeos y especulaciones.
Antonio Acevedo Escobedo
Semblanzas de Académicos. Ediciones del
Centenario de la Academia Mexicana. México,
1975, 313 pp.
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