Nació en Aguascalientes, Ags., el 2
de diciembre de 1832; falleció en México,
D.F., el 14 de diciembre de 1893. Ingresó
en la Academia el 11 de septiembre de 1875
como numerario; silla que ocupó: IX
(1º). |
Francisco
Pimentel nació en Aguascalientes, Ags.,
donde lleva su nombre una calle, el 2 de diciembre
de 1832, y murió en la ciudad de México
el 14 de diciembre de 1893.
Heredó los títulos
de conde de Heras y vizconde de Queréndaro.
(Respecto de esta genealogía, don Luis
García Pimentel Elguero precisó:
"Don Tomás López Pimentel no
fue Conde de Heras. Casó con doña
Mariana, hija del conde. Su hija, doña
Filomena, esposa de don Joaquín García
Icazbalceta, sí era nieta del conde [como
su hermano Francisco Pimentel], por su madre,
doña Mariana".)
En 1834 la familia se trasladó
a México, y en la capital realizó
sus estudios, con maestros particulares. Fue regidor
y secretario del Ayuntamiento y prefecto político
en la época del Imperio, cargo al cual
renunció luego. En el Diccionario universal
de historia y de geografía tuvo participación
con los artículos "Texcoco",
"Michoacán" y "Toltecas";
en éste rectificó un error de Clavijero,
ya asimilado por Humboldt y Prescott.
En 1875 figuró entre
los fundadores de la Academia Mexicana Correspondiente
de la Real Española. Fue presidente del
Liceo Hidalgo y lo contaron como miembro numerosas
sociedades científicas mexicanas y extranjeras.
La importancia de su aportación
al estudio de la lingüística americana,
mediante su Cuadro descriptivo y comparativo de
las lenguas de México, o tratado de filología
mexicana (1874-75), fue reconocida al otorgarle
por ella medalla de oro la Academia de Ciencias,
de Francia, y otras la Sociedad Mexicana de Geografía
y Estadística y la Exposición de
Filadelfia. El largo esfuerzo de revisión
contenido en la Historia crítica de la
poesía en México (1885), fue aprovechado
por los compiladores de la Antología del
Centenario, de 1910, y en el estudio preliminar
Luis G. Urbina consideró que era "libro
de una utilidad indiscutible para la investigación
literaria en nuestro país". Si antes
el Cuadro descriptivo... obtuvo también
una calificación honrosísima de
don José Fernando Ramírez, don Manuel
Orozco y Berra y algún otro entendido,
y lo publicó en tres volúmenes la
Sociedad de Geografía, en cambio la Historia
crítica... ha sido objeto de obstinada
reticencia por parte de los enjuiciadores. Para
González Peña “era Pimentel
hombre sin estilo, sin gusto ni discernimiento
crítico; pero pueden dispensársele
sus deplorables juicios literarios, a trueque
de la copia de noticias que logró allegar”.
Y José Luis Martínez, sin abstenerse
de señalar ciertas deficiencias, se muestra
equilibrado al reconocer que “Pimentel había
afrontado su obra con laboriosidad y escrupulosidad
incansables; era, además, de una honradez
crítica sin tacha; nunca fingió
conocimientos que no tenía y nunca permitió
que sus discrepancias ideológicas torcieran
sus juicios literarios, y llamó en su auxilio
las mejores fuentes de información que
existían por aquellos años”.
Ignacio M. Altamirano aludió por ahí
al “juicioso dictamen” emitido por
“el ilustre literato Pimentel” respecto
de las Fábulas de José Rosas Moreno,
y por el cual éstas se aceptaron como texto
para las escuelas de instrucción primaria.
A los diez años de su muerte, entre 1903
y 1904, sus hijos Jacinto y Fernando publicaron
las Obras completas de don Francisco Pimentel,
en cinco tomos, con un prólogo de don Francisco
Sosa que excede las cien páginas. El índice
general comprende los siguientes trabajos: Cuadro
descriptivo y comparativo de las lenguas indígenas
de México; Lingüística. Discursos
y disertaciones; Memoria sobre las causas que
han originado la situación actual de la
raza indígena de México y medios
de remediarla; La economía política
aplicada a la propiedad territorial en México;
Impugnación al discurso sobre la poesía
erótica de los griegos; El reino de Michoacán;
Los toltecas; La monarquía de Texcoco;
Las fábulas de don José Rosas; Safo;
Breve impugnación a la censura que de la
“Historia crítica de la literatura
y de las ciencias de México” hizo
don Francisco Gómez Flores; Breves observaciones
a los escritos de don Marcelino Menéndez
y Pelayo, relativos a autores mexicanos; Algunas
observaciones contra el espiritismo, hechas verbalmente
en el Liceo Hidalgo; Descripción sinóptica
de algunos idiomas indígenas de la República
Mexicana; Historia crítica de la poesía
en México; Novelistas y oradores mexicanos
y La colonización negra.
Antonio Acevedo Escobedo
Semblanzas de Académicos. Ediciones del
Centenario de la Academia Mexicana. México,
1975, 313 pp.
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