Nació
en (Ginebra, Suiza, 28 de junio de 1712 –
Ermenonville, Francia, 2 de julio de 1778)
fue un escritor, filósofo, músico,
Ginebrino. |
Jean-Jacques
Rousseau
Las ideas políticas de Rousseau influyeron
en gran medida en la Revolución Francesa,
el desarrollo de las teorías Republicanas,
y el crecimiento del nacionalismo. Su herencia
de pensador radical y revolucionario está
probablemente mejor expresada en su más
célebre frase, contenida en El contrato
social: «El hombre nace libre, pero en todos
lados está encadenado».
Nació en Ginebra el 28 de junio de 1712.
Era hijo de Isaac Rousseau (Ginebra, 1672 - Nyon,
1747), relojero como su padre y su abuelo, y de
Suzanne Bernard (Ginebra, 1673 - Ginebra, 1712),
que muere el 7 de julio de 1712, a sólo
nueve días del nacimiento de Jean-Jacques,
ella también era hija del relojero Jacques
Bernard. Huérfano de madre, a los nueve
años, pasa a ser criado por su tío
materno Samuel Bernard, pastor protestante, que
Jean-Jacques toma como si fuera su abuelo. Su
familia, de origen francés, debe exiliarse
a Ginebra en 1549 a causa de la persecución
religiosa. Su padre lo abandona a sus 10 años,
teniendo una infancia, una educación y
un debut muy difíciles. Pasa dos años
en casa del pastor Lambercier, en Bossey (al pie
del Salève, al sur de Ginebra) (1722 -
1724). Su tío le consigue trabajo como
aprendiz de relojero, y en 1725 con un maestro
grabador.
«Renunciar a la libertad es renunciar a
la cualidad de hombres, a los derechos de humanidad
e incluso a los deberes.»
(Del
contrato social)
A los dieciséis años huyó
de su localidad natal tras pasar tantas dificultades.
Más tarde se estableció en Annecy,
tutelado por Madame de Warens, quien le proporcionó
una educación esmerada y ayudó en
su afición por la música. Tras una
enfermedad grave, debió residir en Montpellier
por un periodo de seis semanas para reponerse.
A su regreso, fue preceptor en Lyon y contactó
con Fontenelle, Diderot, Rameau y Marivaux. Pasó
más tarde a ser en la que ejercerá
diferentes oficios relacionados con las letras
y la música. Recorrerá muchos kilómetros
a pie por la zona de los Alpes a través
de los cuales forjará su carácter
de «paseante solitario».
Su vida se estabiliza un poco en 1745 cuando llega
por segunda vez a París. Se casa con Thérèse
Levasseur y entra en contacto con otros ilustrados
como D'Alembert, Voltaire, Rameau, Diderot...
Es a partir de este periodo cuando se inicia la
producción escrita de Rousseau que lo ha
hecho ocupar un importante lugar en la tradición
ilustrada europea. Cuando finalizó su estancia
en París, y ya tras haber estado en un
buen contacto con otros ilustrados se traslada
a Ermenonville, donde fallece después de
un paro cardíaco, cuando estaba en su casa.
El legado filosófico de Rousseau
En 1762, la publicación de El contrato
social fue causa de su expulsión de Francia,
refugiándose en Neuchatel. Uno de los temas
fundamentales de la obra es la soberanía
(tema fundamental de la filosofía occidental
de la modernidad). Para el autor soberanía
es sinónimo de voluntad general, en tanto
que sólo la voluntad general del pueblo
puede constituirse en ley. Esta es indivisible
y no puede ser representada. Por lo tanto la soberanía
radica en el todo (el pueblo en su totalidad),
no puede dividirse en partes (como los poderes)
y menos todavía ser representada por un
parlamento electo (porque de esta manera el hombre
sería libre solo cuando elige a sus representantes
legisladores, pero después volvería
a ser esclavo). Soberanía y Estado son
términos inseparables, en tanto que el
Estado se mantiene en el poder soberano. De esta
manera para Rousseau el principio fundante del
Estado Moderno debería ser netamente democrático,
ya que el poder soberano solo es tal, cuando es
la expresión de la voluntad general de
todos los ciudadanos de un Estado. La voluntad
general del pueblo es el denominador común
de todas las voluntades particulares. Esto suena
algo utópico, pero el autor contesta diciendo
que si entre un grupo de hombres no hubiera ningun
interés común a todos, que los pueda
unir, seria imposible pensar en la sociedad civil
y menos en un contrato social fundante de un Estado.
Sólo en un Estado fundado en un principio
democrático, donde el poder soberano es
la voluntad general de todos, el hombre puede
ser realmente libre, existir auténticamente.
Porque el hombre de esta manera sólo se
somete a la ley que él mismo se dicta.
Ni en el Estado de Naturaleza (donde está
atado a sus pasiones, o bien, a las de otro) ni
en otro tipo de Estado puede llegar a serlo realmente.
Pero no hay que confundir este principio fundante
del Estado (a saber que solo la votación
de todos puede crear ley) con el régimen
o forma de gobierno. Una cosa es la forma de Estado
y otra su régimen político.
El gobierno es el órgano encargado de ejecutar
la voluntad general del pueblo. La ley, como expresión
de la voluntad general, debe también apuntar
siempre al todo y nunca a un particular. Por eso
es necesario un gobierno que aplique la ley a
las partes, pero éste no puede nunca dictarla,
solo el pueblo entero puede hacerlo. Para Rousseau
no hay un régimen político ideal
o por excelencia, el tipo de régimen dependerá
de la situación geográfica donde
se asiente la sociedad civil y su consecuente
Estado. En territorios pequeños es conveniente
una democracia como forma de gobierno, en territorios
medianos una Aristocracia y en un territorio grande
una monarquía.
Rousseau propugnaba la soberanía del pueblo
que identificaba solamente con los varones. Su
concepción sobre las mujeres puede conocerse
a partir de su tratado de educación femenina
"El Emilio" donde cuestiona la igualdad
que propugnaba ya que solamente incluía
a los varones. Lo vemos así en afirmaciones
como la siguiente:
La educación de las mujeres siempre debe
ser relativa a los hombres. Agradarnos, sernos
de utilidad, hacernos amarlas y estimarlas, educarnos
cuando somos jóvenes y cuidarnos de adultos,
aconsejarnos, consolarnos, hacer nuestras vidas
fáciles y agradables; estas son las obligaciones
de las mujeres durante todo el tiempo y lo que
debe enseñárseles en su infancia.
El Emilio.
http://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Jacques_Rousseau
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