RESUMEN
HISTÓRICO
RESUMEN
HISTÓRICO EN EL
ESTADO DE MORELOS
Xochicalco, Morelos, es
una ciudad prehispánica que tuvo su apogeo
en el Epiclásico (700-900 d.C.). Fue
una gran fortificación que se comunicaba
con diferentes puntos por calzadas que recorrían
varios kilómetros. La Pirámide
de las Serpientes Emplumadas es uno de los edificios
más impresionantes no sólo de
Xochicalco sino de todo el México prehispánico.
José Antonio Alzate
Época
Prehispánica
Tamoanchán es el nombre del lugar donde
se establecieron organizadamente los primeros
grupos humanos, de lo que hoy conocemos como
el estado de Morelos.
Desde hace al menos 3500 años el hombre
se hace presente en los territorios del actual
Morelos; el pasado refleja el testimonio de
dos culturas, principalmente: la olmeca y la
del altiplano central.
La primera, que reinó desde los años
200 de nuestra era, hasta aproximadamente el
siglo V, se hace evidente de manera muy especial
en los relieves encontrados en el cerro de cantera
en Chalcatzingo; esto indica que para entonces
los olmecas, grupos provenientes de la costa
del Golfo y creadores de las famosas cabezas
colosales, habían influido sobre grupos
que empezaban a desarrollar una cultura local.
La segunda hace presencia en el templo de Quetzalcóatl
(650 años d., de C.) en Xochicalco, y
es el resultado de la convergencia de varias
culturas como la teotihuacana, maya y mixteco-zapoteca.
A la caída del imperio Tolteca, grupos
humanos venidos del norte cruzaron la frontera
mesoamericana, llegando así al actual
estado de Morelos, en primer lugar los xochimilcas
y en quinto orden los tlahuicas (1250-1300 d.,
de C.). Los primeros se extendieron hacia el
oriente y el sur, y fundaron Tetela, Hueyapan,
Tepoztlán y Xumiltepec. Los tlahuicas
por su parte instauraron lo que más tarde
se conocería como Cuauhnáhuac.
Para 1398 reinó en Cuernavaca, Moquiuix
dando inicio en Cuauhnáhuac al dominio
mexica que se extendería hasta la llegada
de los españoles. Se sabe que para ese
tiempo Cuauhnáhuac estaba dividido en
dos partes: la primera Cuernavaca y la segunda
Oaxtepec; esta división tenía
como propósito la recaudación
fiscal, pues cada región debía
tributar diversos productos a México-Tenochtitlán.
La
Conquista
Con el descubrimiento o invención
del nuevo mundo (1492) y la conquista de los
españoles en tierras continentales (1519),
se marca la pauta para una nueva época
en la historia de Morelos.
Así, en 1520 encontramos a Hernán
Cortés derrotado en la trágica
noche (para él), conocida como la noche
triste; se acogió nuevamente al refugio
de Tlaxcala y aseguró sus comunicaciones
con la recién fundada Veracruz; ya descansada
su tropa sometió a Tepeaca y fundó
Segura de la Frontera.
Enterado de que cerca de Huaquechula estaban
fuertes contingentes mexicas, salió a
atacarlos y estando en esa población
recibió la sumisión del cacique
de Ocuituco, primer poblado del actual estado
de Morelos que reconoció el poder español.
El último día de diciembre de
1520 llegó Cortés a Texcoco, e
hizo alianza con el príncipe Ixtlilxóchitl,
quien fuera uno de sus principales auxiliares
en la conquista.
No podía escapársele al genio
militar de Cortés que el ataque a la
Ciudad de México-Tenochtitlán
sería muy aventurado con el enemigo a
sus espaldas, por lo que emprendió la
expedición de conquista por las tierras
de los tlahuicas, en donde se encontró
con un terreno desconocido, pero guiado por
su audacia penetró en esas misteriosas
regiones dominando a sus pueblos.
En 1521, Hernán Cortés comisionó
a Gonzalo de Sandoval, para que en compañía
de un gran número de tlaxcaltecas y chalcas
marcharan por Chalco a Tlanáhuac. Antes
de llegar a Oaxtepec, Gonzalo de Sandoval y
su grupo indígena, enfrentaron un recio
combate con mexicas y acolhuas, que fueron derrotados.
El 5 de abril de 1521 llegó a Tlalmanalco
y el día 11 salió de Chimalhuacán
y ocupó sin resistencia Yautepec; tuvo
un encuentro en el cerro de Zacapalotzin y pasó
la noche en Oaxtepec, prosiguió el avance
y se detuvo en Jiutepec, para continuar al día
siguiente a la fortificada Cuauhnáhuac,
que tras una cruenta lucha sus defensores quedaron
derrotados.
El códice municipal de Cuernavaca, dice
que los habitantes de varios pueblos, al ver
aproximarse a los españoles, huyeron
hacia Santa María. Así, Cortés
tuvo el campo abierto para emprender con éxito
la toma de México-Tenochtitlán,
el 13 de agosto de 1521.
Marquesado
del Valle de Oaxaca
La caída de la Ciudad de Tenochtitlan,
poco afectó al ya sometido territorio
del futuro estado de Morelos, fue hasta el 6
de junio de 1529 que el emperador Carlos V dio
a Cortés el título de Marqués
del Valle de Oaxaca, y le cedió una inmensa
porción del territorio conquistado, además
de 23 mil vasallos.
Cabe señalar que el marquesado no constituía
una unidad geográfica, sino que las posesiones
se encontraban distribuidas en diversas regiones
de la Nueva España, así que en
el actual estado de Morelos, Hernán Cortés
contaba con cerca de 4,100 kilómetros
cuadrados, donde Cuernavaca era la alcaldía
mayor, que incluía los corregimientos
de Oaxtepec y Yecapixtla, otros 80 poblados,
ocho haciendas y dos ingenios de caña
de azúcar.
Las autoridades del marquesado que lo atendieron
y vivieron en él fueron: Hernán
Cortés, su hijo Martín y su nieto
Pedro (ya que los siguientes descendientes radicaron
en Europa), y son ellos los que entre 1522 y
1629 defendieron las posesiones del señorío.
Lo que dio lugar a que el 12 de octubre de 1809,
el gobierno de Nueva España confiscara
los bienes del marquesado.
Guerra
de Independencia
El grito libertador, dado por el cura don Miguel
Hidalgo y Costilla, en el pueblo de Dolores,
el 15 de septiembre de 1810, tuvo eco en la
gente mestiza de las tierras de Cuernavaca y
Cuautla; pero no fue sino hasta 1811 cuando
aparecieron los primeros brotes de rebelión,
con los sucesos de Mapastlán que obligaron
a don Francisco Ayala a unirse a la lucha de
Morelos, quien realizara tan hábilmente
las acciones bélicas y políticas
por la Independencia, prueba de ello son sus
ideas plasmadas en los Sentimiento de la Nación
Mexicana redactados en colaboración con
Carlos María Bustamante y leídos
por Morelos al establecerse la convención
de Apatzingán que promulgaría
la primera Constitución mexicana en 1814.
El éxito que tuvo Morelos, llegó
a tal grado, que el virrey Venegas determinó
exterminarlo a toda costa, nombrando a Félix
María Calleja, como general en jefe de
la expedición realista para cumplir con
ese fin. Las fuerzas de Morelos, que llegaban
hasta Chalco, fueron replegadas hacia el sur
conforme iban avanzando las tropas de Calleja,
las cuales se apostaron frente a Pazulco el
17 de febrero de 1812.
Don Víctor Bravo había estado
trabajando en la fortificación de Cuautla
semanas antes de la fecha en que llegó
Morelos, las defensas estaban ya muy avanzadas,
Morelos pensó en apoderarse de Puebla;
pero ya con anterioridad se habían empezado
a hacer concentraciones de víveres y
fundición de cañones en la hacienda
de Buena Vista.
Morelos entró a Cuautla junto con sus
tropas el 7 de febrero, fue Galeana quien rápidamente
construyó las trincheras y en las principales
bocacalles instaló artillería.
Morelos se organizó para defender a Cuautla
sitiada, para lo cual contaba con cerca de cuatro
mil hombres al comienzo del ataque a la plaza
el 19 de febrero, el poco armamento que tenían
se lo habían arrebatado a los realistas.
A las siete de la mañana con un asalto
al convento de la plaza de San Diego, dio inicio
el heróico Sitio de Cuautla, donde los
sitiados se enfrentaron al hambre, la peste,
la falta de agua, pero ni así disminuyó
su coraje por defender la
causa libertaria, que por fin, el 2 de mayo
después de enfrentar una lucha devastadora,
Morelos y muchas de sus gentes salieron ilesos
del Sitio y se dirigieron rumbo a Ocuituco,
quedando Cuautla en poder de Calleja, este hecho
marcó para el país una nueva etapa
en la evolución de la guerra.
El 3 de noviembre de 1815, es preso en Texmalaca,
(actual estado de Guerrero), el generalísimo
José María Morelos y Pavón,
trasladado primero a Tenango y después
a Cuernavaca, donde estuvo preso en el Palacio
de Cortés, donde se conserva en un pasillo
una inscripción en mármol que
dice: "En este lugar estuvo preso los días
7, 8 y 9 de noviembre de 1815 el general don
José María Morelos, caudillo preclaro,
héroe de la Patria, defensor integérrimo
de la Independencia, y cuya sangre derramada
en un patíbulo fecundó la santa
causa de la libertad mexicana. El general de
división José Ceballos dedica
este recuerdo”.
Cuando Agustín de Iturbide, salió
a combatir a Vicente Guerrero, pasó con
su ejército por Cuernavaca, el 18 de
noviembre de 1820 y nuevamente ya de regreso,
al frente del Ejército Trigarante, el
27 de septiembre de 1821, consumada la Independencia.
Se
promulgó la Constitución de los
Estados Unidos Mexicanos, el 4 de octubre de
1824 y en su artículo 41 establece: La
Nación Mexicana adopta para su gobierno
la forma de República Representativa
Popular Federal. Consecuencia directa del nuevo
código en que predominó la idea
de reconocer la soberanía de las nuevas
entidades que formarían la Nación
que fue la creación de los estados, formados
por las provincias o intendencias establecidas
por el virreinato, entre ellos el de México,
al que pertenecieron las antiguas alcaldías
mayores de Cuernavaca y Cuautla de Amilpas que
convertidas en partidos, juntas formaron el
Distrito de Cuernavaca (Morelos actualmente).
La Intervención
Americana
Durante la Intervención Americana (1846-1847),
los morelenses formaron escuadrones activos. Cuernavaca
tomada por la brigada Cadwalader, sufrió
el cobro de contribuciones forzosas. El 11 de
septiembre de 1847 la infantería de Cuernavaca,
incorporada a las fuerzas de Francisco Modesto
Olaguíbel, participó en el Sitio
a la hacienda de los Morales; y la caballería,
al mando de Juan Álvarez recuperó
los edificios de Molino del Rey.
La Revolución de Ayutla
A causa de la revolución de Ayutla, proclamada
el 1º de marzo de 1854, el dictador López
de Santa-Anna, abandonó la capital el 9
de agosto de 1855. El general Juan Álvarez,
jefe de la sublevación llegó a Cuernavaca
al frente de sus tropas, el 1º de octubre. Allí
se expidió un manifiesto en el que reseñaba
el origen y los atentados de la dictadura y nombró
una junta de representantes que debían
elegir presidente interino de la República,
dicha Junta fue constituida por Valentín
Gómez Farías, Melchor Ocampo, Benito
Juárez, Francisco P. Zendejas, Diego Álvarez
y Joaquín Moreno.
La junta se instaló el día 4 en
el teatro de la ciudad y eligió al propio
Juan Álvarez por mayoría de 13 votos
contra siete como el nuevo Presidente quien juró
guardar el Plan de Ayutla. Los representantes
de Guatemala, Estados Unidos y Gran Bretaña,
el delegado apostólico y los cónsules
de Bélgica, Chile y los países asiáticos
se trasladaron a Cuernavaca y dieron su reconocimiento
al gobierno de Álvarez.
La Constitución de 1857, promulgada solemnemente
el día 5 de febrero, sancionó definitivamente
la existencia legal del Estado de México
y por consiguiente, de sus componentes los distritos
de Cuernavaca y de Cuautla, que entonces abrazaban
todo el territorio del actual Morelos.
La guerra de tres Años
Continua la lucha entre liberales y conservadores;
el 29 de agosto de 1858, los primeros atacaron
la plaza de Cuautla, pereciendo allí su
defensor, el comandante Saldivar. Empezó
el año de 1859 con la misma encarnizada
lucha el 9 y 10 de enero; Cuernavaca quedó
en poder de las fuerzas de Zuloaga y fue atacada
sin resultado por los liberales. El gobierno de
Miramón dividió el extenso estado
de México, por decreto del 2 de mayo de
1859, creando el territorio de Iturbide, formado
por los distritos de Cuernavaca, Morelos y Taxco
de Guerrero, esta disposición fue nula
constitucionalmente.
La
Intervención Francesa
Los dos partidos contendientes buscaban apoyo
y elementos para continuar la lucha; el liberal
en los Estados Unidos y el conservador en Europa,
lo que dio origen a dos tratados: el Mac Lane-Ocampo
y el Mon-Almonte; este último interesa
a la historia de Morelos por referirse a los sangrientos
hechos de San Vicente Chiconcuac, al establecer
el capítulo de las indemnizaciones con
lo que se preparó la intervención
extranjera que tuvo lugar el 17 de diciembre de
1861, cuando desembarcaron las tropas españolas
en Veracruz para posteriormente llegar las escuadras
francesa e inglesa, dando principio a la injusta
guerra de conquista y el imperio de Maximiliano.
El Partido Conservador realizó su sueño
dorado. Los conservadores mexicanos con el apoyo
de Napoleón III impusieron a Maximiliano
y Carlota como emperadores de México, sin
haber aprovechado la trágica enseñanza
del primer imperio de Iturbide. El 28 de mayo
de 1864 llegaron a Veracruz, a bordo de la fragata
Austriaca Novara, Maximiliano de Habsburgo y Carlota
Amalia.
Don Benito Juárez, incansable patriota,
rodeado de los mejores elementos del Partido Liberal,
luchó por la restauraición republicana,
organizó al ejército mexicano y
buscó afanoso el triunfo de la causa que
tanta sangre y contrariedades ocasionaría
al país.
La peculiar tierra de Cuernavaca llamó
la atención a Maximiliano, le sirvió
de retiro, fijó la residencia imperial
en el Jardín de Borda, y tiempo después
adquirió en Acapantzingo una hermosa huerta
donde construyó un solitario albergue al
que dio el nombre de Olindo.
El 9 de febrero de 1866 a las seis de la tarde,
se inauguró el telégrafo entre México
y Cuernavaca, construido por el Ministerio de
Fomento por orden de Maximiliano. El ministro,
don Luis Robles Pezuela dirigió este primer
mensaje a la emperatriz, que se encontraba en
Cuernavaca: “A usted Señora A.V.M.,
que es la protectora de todo lo benéfico
estaba reservada la gloria de estrenar el telégrafo,
construido por el gobierno de nuestro augusto
soberano.”
En junio recibió Maximiliano en su despacho
del Borda, la noticia de la retirada de las fuerzas
francesas. Los imperialistas quedaron consternados,
el emperador volvió a buscar el apoyo del
Partido Conservador. El Imperio caminaba a pasos
acelerados rumbo al desastre.
Entró el año de 1867, desde el 1º
de enero comenzaron a acercarse a Cuernavaca las
fuerzas republicanas al mando de los generales
don Francisco Leyva, don Ignacio Figueroa y don
Ignacio M. Altamirano. La plaza estaba defendida
por el General imperialista don Joaquín
Ayestarán. Del 2 al 7 los combates fueron
frecuentes, las fuerzas asaltantes penetraron
hasta las primeras casas, incendiándolas.
El día 17, los republicanos se retiraron
hasta la hacienda de Miacatlán. El coronel
Paulino Lamadrid, se encontraba con Maximiliano
en la hacienda de Teja, solicitó permiso
para salir inmediatamente a Cuernavaca, lo que
realizó con una escolta de cerca de cien
austriacos, llegados a esta población,
salieron a perseguir a las últimas fuerzas
de Leyva, con tan mala suerte que encontró
la muerte en la bajada de Chipitlán. Los
Austriacos muertos, que lo fueron casi todos,
se enterraron en el cementerio de la parroquia
de Cuernavaca, frente a la actual capilla del
Carmen.
La República
Restaurada
El triunfo de la República dejó
sin efecto el decreto del 7 de junio de 1862,
que había formado el Tercer Distrito Militar
del estado de México, volviendo los distritos
políticos a incorporarse a este estado.
Mientras tuvieron una vida independiente y los
inherentes a ella, los pueblos levantaron actas
para solicitar al Congreso de la Unión
la subsistencia de este decreto hasta que se erigiera
un nuevo estado.
Por su parte, el gobierno federal viéndose
totalmente rodeado por territorio de un estado
extenso y poderoso comprendió el peligro
en que se encontraría en caso de un conflicto,
por lo que tomó la resolución de
crear nuevas entidades con esa parte del territorio
del estado de México.
Estos poderosos motivos dieron nacimiento al estado
de Morelos. Los distritos de Tlalpan y Chalco
quedaron incluidos en la primera iniciativa para
formar parte del futuro Morelos, pero debido a
que sus habitantes pidieron pertenecer al del
Valle no fueron comprendidos en la proposición
final al Congreso de la Unión.
Trascendentales fueron las discusiones en el seno
del Congreso, los diputados unionistas del estado
de México defendieron valientemente su
integridad, no obstante el 21 de septiembre de
1868 se aprobó, en principio, la creación
de la nueva entidad, pasando el acuerdo a las
legislaturas locales, que sucesivamente fueron
dando su anuencia.
Creación del Estado de Morelos
El 10 de noviembre de ese mismo año se
dio segunda lectura al proyecto y al fin fue aprobada
la iniciativa mediante el decreto publicado el
17 de abril de 1869. De este modo se convirtió
en estado de la federación, con el nombre
de Morelos, la porción del estado de México
que comprendía los distritos de: Cuernavaca,
Cuautla, Jonacatepec, Tetecala y Yautepec, que
habían formado el Tercer Distrito Militar,
creado por el presidente Juárez, el 7 de
junio de 1862. Conforme al Decreto del Congreso,
fue nombrado Gobernador provisional el general
Pedro Baranda.
Primer gobierno
constitucional
Celebradas las elecciones, la Primera Legislatura
se instaló el 28 de julio de 1869 en la
ciudad de Yautepec, denominándola desde
entonces Yautepec de Zaragoza. Contendieron por
el gobierno del estado Porfirio Díaz y
Francisco Leyva. Triunfó este último
en las elecciones del 14 de julio y tomó
posesión en Yautepec como primer gobernador
constitucional, el 15 de agosto. El 16 de noviembre
la Legislatura declaró a Cuernavaca capital
del estado.
La primera Constitución del estado fue
firmada el 20 de julio de 1870 y proclamada en
toda la entidad el 28 del mismo mes. Leyva creó
el Instituto Literario y Científico del
Estado de Morelos con estudios preparatorios de
agricultura y veterinaria; comercio y administración;
artes y oficios; normal para profesores y derecho.
El 7 de diciembre de 1870 se reformó la
Constitución, autorizando la reelección
del Gobernador. Al morir el presidente Juárez,
el 18 de julio de 1872, Leyva se separó
por breve tiempo del Ejecutivo y quedó
como sustituto Luis Flores y Caso, durante cuya
administración se creó la municipalidad
de Oaxtepec, y las villas de Jojutla y Tetecala
fueron elevadas a la categoría de ciudades.
A pesar de la oposición de los hacendados,
Leyva resultó electo para un segundo período.
En febrero de 1874, el presidente Lerdo de Tejada
visitó el estado e hizo una expedición
a las grutas de Cacahuamilpa.
Fue el gobierno del general Leyva esencialmente
demócrata, sostuvo firmemente los derechos
de los pueblos, definiéndolos contra la
amenaza de los hacendados. Éstos no desaprovecharon
cuanta oportunidad se les presentó para
atacarlo, y a la sombra de las leyes de desamortización,
siguieron intensificando la extensión de
sus propiedades.
El gobierno siempre opuso resistencia a este proceder;
pero no podía hacer sino lo que la ley
le permitía. Fueron promulgadas casi todas
las leyes que rigieron al estado, y se contaron
actos de verdadero adelanto intelectual.
El Plan de Tuxtepec
Al triunfo del Plan de Tuxtepec, habiéndose
llevado a efecto elecciones en el estado, el 11
de marzo de 1877, llegó a la gubernatura
el general Carlos Pacheco, quien inauguró
el telégrafo entre Cuernavaca y Yautepec,
puso en servicio la carretera Toluca-Cuernavaca
y dio inicio a los trabajos del ferrocarril entre
México y Cuautla.
Porfiriato
Se declara Gobernador Constitucional para el período
1880-1884, por haber salido electo el 19 de julio
el señor don Carlos Cuaglia, quien presta
protesta el 1º de octubre siguiente.
Se inauguran la vía del ferrocarril México-Cuautla
en 1881, y el Instituto Pape Carpentier del ilustre
educador don Miguel Salinas, a quien mucho debe
la cultura del estado.
Se estrena el teatro Porfirio Díaz en Cuernavaca
y el 1º de abril de 1883 es inaugurada la prolongación
del ferrocarril hasta Yautepec.
El general don Jesús H. Preciado, protesta
el 19 de abril de 1885 como Gobernador Constitucional
del Estado. Permaneciendo por sucesivas reelecciones
hasta el 6 de diciembre de 1894, fecha en que
murió.
Fue el general Preciado un buen gobernante, durante
su gestión se resolvieron problemas de
límites con los estados de México,
Puebla y el Distrito Federal, actuando como comisionado
don Eugenio J. Cañas. Se expidieron leyes
orgánicas de instrucción primaria
y el Código de Procedimientos Penales.
Se declaró monumento la habitación
de don Mariano Matamoros en Jantetelco.
Se inauguraron la biblioteca pública de
Cuernavaca en los altos del teatro Porfirio Díaz
y el reloj que se encuentra en la torre de la
capilla de Guadalupe, en Cuernavaca. El 23 de
junio de 1891 se erige la Diócesis de Cuernavaca
que comprendió todo el estado de Morelos
y el 29 de julio de 1894 fue consagrado como primer
obispo de Cuernavaca, el señor canónigo
don Fortino Hipólito Vera.
Cuernavaca recibió jubilosa el saludo del
progreso a fines de noviembre de 1897. La primera
locomotora del ferrocarril de México-Cuernavaca
y el Pacífico llegó para poner al
servicio público la línea desde
México, el 1º de diciembre. Los días
11 y 12 hubo grandes fiestas con motivo de la
inauguración hecha por el Presidente de
la República, general don Porfirio Díaz.
Un banquete en el Jardín Borda, un suntuoso
baile en el teatro y el principio de los trabajos
en la calzada Leandro Valle, fueron lo más
sobresaliente de esas fiestas que hicieron época
en Morelos.
Murió en Cuernavaca, el 22 de septiembre
de 1898, el ilustrísimo señor don
Fortino Hipólito Vera. En el consistorio
de 28 de noviembre fue entronizado en Roma, obispo
de Cuernavaca el señor doctor don Francisco
Plancarte y Navarrete, quien llegó a su
diócesis el 16 de febrero de 1899.
En la época revolucionaria, en Morelos,
la simiente estaba sembrada desde largo tiempo
atrás. El general Leyva no abandonó
su filiación política antiporfirista
desde 1876 y estuvo siempre en contacto íntimo
con los pueblos. Más de una vez sufrió
persecuciones, pero siempre protegió a
los de abajo.
El 15 de mayo tomó posesión del
gobierno el general Escandón. El Club "Leandro
Valle" y todos los Leyvistas quedaron perfectamente
unidos, siguieron perteneciendo a sus ideas antirreeleccionistas,
pues tal era la filiación de su jefe, y
estuvieron siempre en contacto con don Francisco
I. Madero.
La Revolución
Por defender las tierras de Villa de Ayala y Anenecuilco
fue consignado al servicio de armas, el que fuera
futuro caudillo de la Revolución Agrarista,
Emiliano Zapata, siendo llevado a Cuernavaca para
engrosar la leva; quedó en el 9º Regimiento
de guarnición en esta plaza, de donde salió,
a los seis meses, debido a las gestiones de don
Ignacio de la Torre y Mier, dueño de la
hacienda de Tenextepango con la ayuda en Cuernavaca,
del señor don Juan Cerezo. El estado de
Morelos llegó a producir, 16,635 kilogramos
de azúcar por kilómetro cuadrado
de plantación de caña.
Las fiestas del Primer Centenario (1910) de la
iniciación de la Independencia, marcaron
el apogeo del régimen Porfirista; se celebra
también la reelección del general
Díaz. Desde septiembre se comenzó
a sentir el malestar por varias manifestaciones
que hubo en la Ciudad de México y por activos
trabajos del Partido Antirreeleccionista. Los
sucesos de Puebla y el Plan de San Luis, encendieron
la chispa revolucionaria.
El estado de Morelos estaba perfectamente preparado;
la imposición del coronel Escandón,
su pésimo gobierno y los despojos de tierras
durante su gestión, hicieron que los descontentos
aumentaran.
Hacia fines de 1910, don Pablo Torres Burgos,
vecino de Anenecuilco, celebró varias entrevistas
con la Junta Revolucionaria de San Antonio, Texas,
y regresó a Morelos provisto de amplios
poderes para organizar, como jefe, la revolución
del sur. En 1911 Cuautla se vio asediada por las
fuerzas rebeldes, desde mediados de abril.
El sitio formal y los primeros combates dieron
principio el día 13 de mayo. Estaba defendida
por 300 hombres del 5º Regimiento al mando del
Coronel don Eutiquio Munguía, teniendo
como subjefe al de igual graduación don
Francisco Rivera Mutio y 30 rurales del estado,
a las órdenes del Mayor don Gil Villegas.
El día 18 de mayo el coronel Munguía
abandonó la plaza al frente de sus tropas.
Los atacantes estaban comandados por el general
Zapata. Ya en este tiempo, se le consideraba como
jefe de la Revolución Morelense.
El día 19 de mayo, las fuerzas del general
Leyva comenzaron a salir de Cuernavaca; las últimas
abandonaron la población en la mañana
del 21 y por la tarde hicieron su entrada las
tropas del General guerrerense don Ambrosio Figueroa.
Una comisión de personas distinguidas salió
hasta Xochitepec para entrevistarse con el general
Asúnsolo que las mandaba. El viernes siguiente
entró a la capital del estado el ejército
libertador, al mando directo del general Emiliano
Zapata.
Por fin tomó posesión don Francisco
I. Madero de la Presidencia de la República,
el 6 de noviembre de 1917. El país estaba
pacificado, las promesas de la Revolución
no se habían cumplido y su gobierno tendría
que desarrollarse entre la lucha política
con los elementos del antiguo régimen y
el pueblo que pedía el cumplimiento de
las reformas sociales que se le habían
prometido.
Pocos días tenía en el gobierno
el señor Madero cuando en las montañas
del sur se proclamaba el Plan de Ayala, de gran
trascendencia, ya que había de cambiar
radicalmente el concepto que se tenía de
Zapata y de sus hombres. Al declararse en rebelión
contra el gobierno de la Barra primero y de Madero
después, los revolucionarios morelenses
quedaban sin bandera, pues si bien tenían
arraigadas las ideas de emancipación del
campesino, pero les faltaba un programa social
que las coordinara y los sacara de ser un simple
grupo de hombres armados y les diera la fuerza
de los defensores de un ideal.
Colaboró empeñosamente en la formación
de este Plan el general Otilio E. Montaño,
quien fue profesor de villa de Ayala. Una vez
leído y jurado el Plan se procedió
a la jura de la bandera del ejército agrarista,
tomándola en sus manos el general Jesús
Morales; teniendo a sus lados a Emiliano y Eufemio
Zapata. Estos memorables acontecimientos tuvieron
verificativo en Axoxustla, Puebla.
La Constitución Federal del 5 de febrero
de 1917, reconoció a Morelos como Estado
Libre y Soberano, quedando, por consiguiente,
sin ningún efecto la disposición
huertista que lo había convertido en territorio.
Cuernavaca volvió a quedar en poder de
las fuerzas zapatistas para ser ocupada definitivamente
por el gobierno Carrancista el 8 de diciembre
de 1918.
Para eliminar a Emiliano Zapata, el general Pablo
González y el preboste del ejército,
licenciado Luis Patiño, fraguaron un plan
para hacerles creer que el coronel Jesús
Guajardo, individuo de pésimos antecedentes,
había desconocido el gobierno de don Venustiano
Carranza.
Un sonado escándalo público, una
correspondencia doble por parte de Guajardo y
sincera por la de Zapata, ofrecimientos y falsedades
hicieron que, poco a poco, cobrara confianza el
General suriano y creyera en la buena fe de Guajardo.
El 10 de abril de 1919 muere Zapata en la emboscada
que le puso Guajardo en la hacienda de Chinameca.
Con él también murieron Agustín,
Cortés y Lucio Labastida.
La sorpresa fue terrible, los soldados del traidor
Guajardo parapetados en las alturas, en el llano,
en la barranca, en todas partes eran más
de 1,000 hombres descargando sus fusiles y aprovechando
el desconcierto batieron a los partidarios del
héroe revolucionario y su escolta.
El cadáver de Zapata fue llevado a Anenecuilco
y sus restos reposan actualmente en Cuautla al
pie de la estatua que le fue erigida. Es designado
gobernador provisional el doctor don José
G. Parres quien toma posesión el 10 de
julio de 1920.
Se caracteriza el gobierno del doctor Parres,
por su deseo de organizar la administración
pública, desterrando la anarquía
y el abandono en que vivía el estado. Además
inició el reparto agrario, entregando ejidos
a 115 pueblos y trabajando incansablemente por
lograr la pacificación.
Fuente:
Enciclopedia
de los Municipios de México. Segob. Estado
de Morelos
http://www.elocal.gob.mx/work/templates/enciclo/morelos/hist.htm
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y generoso apoyo otorgado
por la Facultad de Filosofía
y Letras de la UNAM
y el Gobierno del Estado
de Morelos
para la realización de este proyecto.
FACULTAD
DE FILOSOFÍA Y LETRAS
UNAM
GOBIERNO
DEL ESTADO DE MORELOS
UNIVERSIDAD
VIRTUAL ALFONSINA
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